OPINION DE ESTELA SOSA DESDE SU E-MAIL SOBRE LOS PAROS

Sin intención de avanzar sobre el derecho de huelga, por toda democracia reconocido, espero me permita una reflexión sobre los paros docentes. Entre otras cosas, no lo neguemos, el docente solicita aumento salarial. Aumento indispensable con la inflación creciente que el gobierno pretende ocultar. Eso no se discute. Lo que sí debiera discutirse en profundidad, en el seno de los gremios y de los establecimientos educativos, es la calidad de la educación, que por supuesto tiene como ingrediente superlativo, la calidad del maestro/profesor que imparte la enseñanza. Hay docentes cuya tarea es valiosa y hasta impagable y otros cuya apatía, falta de responsabilidad y desconocimiento, hacen exagerada cualquier remuneración. ¿O acaso no tenemos ejemplos de que en nuestras escuelas hay docentes que concurren sin siquiera saber qué van a enseñar ese día, que no corrigen las tareas de sus alumnos quedando éstos sin saber si lo hecho está bien o mal, que tienen un índice de ausentismo comprobado mucho mayor que en otras profesiones, que llegan a deshora y que otorgan la mayor importancia al tiempo que falta para irse a casa? ¿Acaso esto no es cierto? ¿Cuál es la dignidad docente que le quitan, si el docente mismo actúa con parámetros impropios de cualquier trabajo? El ser docente no se mide en pesos, ni es excusa el pago inadecuado (pago que la mayoría de los trabajadores de otros rubros no recibe) para desempeñar con DIGNIDAD el trabajo elegido. De allí parten los conflictos y violencia en las escuelas. El docente no es ejemplo, salvo honrosas excepciones. Lamentablemente hasta que quienes tienen a su cargo la educación de nuestros hijos no den el sincero debate necesario sobre sus capacidades y admitan que deben estudiar, ocuparse y cumplir con su tarea, seguiré pensando que el actual salario docente para algunos....... es un generoso regalo.