ESTO SALIO EN OLE - 26-04-2011
Indio Rico y Pronunciamiento son pueblitos que no llegan a los 2.000 habitantes pero que cuentan con equipos en la recta final del Torneo del Interior. Su gente le cuenta a Olé como sobreviven entre los poderosos en la humilde búsqueda del ascenso al Argentino B.
Pensá en cualquier manzana porteña. De Palermo, Barrio Norte, Belgrano, Lugano I y II, lo mismo da. ¿Cuánto habrán transpirado los censistas en octubre? ¿Cuánta gente habrá en esas cuatro cuadras, entre torres, casitas y mansiones? ¿2.000, 5.000, 10.000?
Claro que acá no importa meterse en tierras del Indec, de sus particulares números. Sólo intentar de encontrar una interesante comparación, en el maravilloso mundo del Argentino C, entre unos y otros. Entre grandes urbes y pequeños pueblitos. Entre grandes y chicos. Color puro. Porque después de peleadas fases clasificatorias, apenas quedan 24 equipos sobre aquellos 319 que arrancaron un sueño de ascenso en febrero. Y así como detrás de un histórico como Kimberley se encuentra una ciudad de más de 600.000 habitantes como Mar del Plata, en otro rincón aparecen dos perlitas que merecen atención… Porque nuestro fútbol también permite que en Liliput, clubes como Once Corazones de Indio Rico y Defensores de Pronunciamiento también se sientan Gulliver con la pelota en los pies…
1.211 corazones
Gabriel Outeriño es uno de los 1.200 habitantes de Indio Rico 300, un pueblito ubicado a 63 kilómetros de Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires. A su vez, es dirigente de Once Corazones, club fundado hace 54 años y cuyo particular nombre surgió por el corazón rojo sobre el lado izquierdo que cada jugador tenía en su primera camiseta. Luego se adoptó el color azul y blanco y la sigla C.O.C. “En el 2010 fuimos campeones de la Liga y como premio a nuestros jugadores decidimos participar en el torneo. Acá la gente es pacífica, de campo. Nunca en 16 años tuvimos un hecho de violencia”, le explica Outeriño a Olé, aún un poquito dolido por la derrota en cuartos de final ante el Alvear FC pampeano. “Todavía nos queda la revancha. Ellos manejan mucho presupuesto y son un equipo profesional. Cuando escuchamos los números que manejaban y los sponsors que tenían nos queríamos morir. Nosotros no tenemos socios. Colabora la gente del pueblo. No nos banca ni el gobierno ni la municipalidad. Te dona una vaca, un carro de cereal, 1.000 pesos en efectivo, residentes de Indio Rico en todo el país que nos depositan en una cuenta… Esta historia es así…”, completa.
De punta a punta, el pueblo tendrá unas diez cuadras. Y la gente, más allá de quienes llegan de Tres Arroyos, Coronel Pringles o Coronel Dorrego, para alentar, abandona sus casas el día de partido y deja desolado el pueblo. “Nuestra cancha no tiene tribuna. Apenas una cabina de tranmisión. El domingo tuvimos casi a 1.000 personas. Fue histórico. Nuestra localía no es fuerte. A lo sumo, la gente grita un poco o se sube en las cajas de las camionetas”, colorea Outeriño. El aliento sale del corazón. Porque todo es a pulmón. “Hay seis pibes del pueblo, titulares, como los hermanos San Román, que estudian en Bahia Blanca y entrenan por su cuenta. Otro grupo se mueve en Tres Arroyos. Después, una vez por semana, se juntan acá para hacer fútbol y el domingo juegan”, agrega. Y no quiere pensar mucho más allá: “Pensábamos en jugar una o dos fases. Hoy el equipo se va a aplaudido en todas las canchas. Ya estamos hechos…”. Pensar que en el club jugó José Castillo, actual jugador del Calcio italiano... Sí, todo es posible cuando se quiere.
Un equipo con total a-pollo
“Acá somos 2.000, contando embarazadas con guríses y todo, je…”. Yari Gurnel bromea en el corazón de Pronunciamiento, con un trazado diagonal estilo La Plata, a 14 kilómetros del Palacio de General Urquiza y en el departamento Uruguay. Allí aparece la figura del Defensores, del Depro, y de este joven presidente que juega en el equipo de la liga local porque no llegan a 11. Los mejorcitos están jugándose el todo por el todo en el Torneo del Interior. Y trabajando, claro.
“En el pueblo no tenemos una empresa grande pero la avicultura es el fuerte de la zona. De hecho, nuestro capitán, Oscar Perrón, tiene 38 años y desinfecta galpones de pollo. No es fácil eso, eh. Acá se les da a los jugadores una ayudita económica pero… Tenemos granjeros que crían el pollito bebé, gente que los vacuna, empleados de frigorífico, gente que trabaja en aserraderos, algún municipal, algún docente… Mosquera, nuestro goleador, es ordenanza en el hospital…”, le resume Gurnel a Olé.
Esta es la tercera participación de Defensores de Pronunciamiento en el Argentino C, quien viene de perder en el juego de ida, como visitante, 1-0 ante Sportivo Las Heras de Concordia. “Tenemos el apoyo total del pueblo. Acá no se habla de otra cosa que del TDI. Acá vienen 1.000 personas por partido. Tuvimos que arreglar la cancha para que nos la habiliten. Estamos preparados para el Argentino B. Somos 500 socios y es el único club del pueblo. Lo social y lo deportivo pasa por acá”, cierra. Embarazadas no abstenerse.
ESTA NOTA SALIO EN EL DIARIO DEPORTIVO OLE DE BUENOS AIRES, HABLA DEL DEPRO DE NUESTRA LIGA DE FUTBOL.