23 de septiembre, Día Internacional Contra la Trata de Personas - 26-09-2014
23 de septiembre, Día Internacional
Contra la Trata de Personas
No es fácil hablar de “trata de
personas” porque no todos saben a qué nos referimos, ni todos están interesados
en el tema. Además existe la teoría de que se trata de algo pasado, o que, en
el peor de los casos, es una práctica que aún se lleva a cabo en algún país
lejano. Pero como en este mundo globalizado todo nos llega tarde o temprano, se
hace necesario abordar el tema confrontándolo crudamente tal cual es, para
desvirtuar prejuicios o tabúes preestablecidos, y para sacar a luz los
perversos intereses que se esconden detrás de tan aberrante crimen.
El término conlleva consonancias
de la época colonial cuando se podían comprar y vender libremente jovencitas
negras con propósitos de esclavitud, entretanto que era un delito penado por la
ley el comercio de niñas de raza blanca, de allí el término comúnmente conocido
como “trata de blancas”. Si bien esto ha cambiado y hoy la ley protege a todo
individuo de cualquier raza o nación, cualquiera sea su sexo y el color de su
piel, no obstante el objetivo y los fines por los que operan las redes actuales
es el mismo que entonces: captar, trasladar, acoger, comprar o vender personas
con fines de explotación. Sólo que hoy lo hacen en las sombras de la ilegalidad
y protegidos por funcionarios corruptos que reciben sustanciosas sumas de
dinero con el fin de permitirles operar.
La frase “trata de personas” refiere
a la captación de personas a través de diversos medios tales como el engaño, la
amenaza, o la fuerza, para luego explotarlas y obtener réditos económicos, ya
sea por medio de la prostitución, por medio del trabajo esclavo, o para fines
diversos como ocurre en algunos países en los cuales se reclutan niños o
jóvenes para la guerra, niñas para realizar matrimonios forzados, etc. Quizá
estos dos últimos no sean casos comunes en nuestra cultura, pero sí lo son el
trabajo esclavo y la captación de jóvenes con fines de explotación sexual.
Hay varios mitos erróneos que
suelen ser comunes cuando hablamos de la trata de personas, los cuales
trataremos de descubrir.
- Uno de ellos, como ya dijimos, es la idea de que esto
ocurre en otros lugares, sobre todo en ciudades grandes, lo suficientemente
lejanas como para que no tengamos de qué preocuparnos.
- También se suele pensar que les ocurrirá solo a personas
de determinado nivel social que se hallan predispuestas de alguna forma.
- O que nunca nos tocará a nosotros. De todos, creo que este
es el más grave de estos errores, el más común, y por ende el más peligroso.
Por lo tanto, es importante resaltar que está ocurriendo aquí
y ahora, y no solamente en grandes ciudades; es un problema también de nuestra
localidad, ya que mujeres y adolescentes llegan aquí traídas por redes de
explotadores, y otras de nuestra comunidad han caído definitiva o temporalmente
en situaciones similares.
La trata de personas con fines de
explotación sexual es un negocio que mueve millones de dólares alrededor del
mundo; de hecho se sitúa como el 3ª negocio más rentable después del tráfico de
armas y de drogas. Una de sus características principales es la crueldad con la que se lleva a cabo, manteniendo
a miles de niños/as, adolescentes y mujeres (varones también, aunque en menor
medida) presas del horror, silenciados por medio de la fuerza, el maltrato y
las amenazas. Son prostituidos en bares, locales nocturnos, o diferentes sitios
preparados para tal fin.
Para acabar con este mal no basta
sólo con que actúe la policía, los jueces y demás autoridades, también es
necesaria la colaboración de cada integrante de la sociedad. Por eso, para
finalizar, quiero hacer un llamado a la reflexión. Y en este caso me gustaría
dirigirme a quienes acostumbran consumir prostitución, para recordarles que aquella chica sonriente y bien dispuesta
con la cual se encuentran no siempre se halla a gusto con lo que está haciendo.
Sonríe porque la obligan bajo amenazas, cumple con lo que usted estipuló previo
pago a su explotador, porque no puede hacer otra cosa, y del dinero que usted
aporta ella no recibe más que lo necesario para sobrevivir y seguir siendo
usada. Además, es muy probable que en algún lugar de este país o del extranjero
se encuentre una madre, un padre, un hijo, un novio, un hermano, buscándola
desesperadamente sin saber qué le ha acontecido.Es de primordial importancia
que se replantee el hecho de que está colaborando con una de las redes de
perversión más crueles del mundo, que está ayudando a alguna banda criminal que
opera en la oscuridad y que se mueve en lo ilegal a partir del horror y del
dolor ajeno.
Por lo demás, abramos bien
nuestros ojos y nuestros oídos y recordemos que será a partir del compromiso de
cada uno en el sitio en el cual se encuentra que se hará posible destruir tan
terrible mal de nuestra sociedad. Estemos en el lugar que estemos, un día… nos
puede tocar a nosotros.